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Fracturas

 

La fractura es la ruptura total o parcial de un hueso. Puede ser causada por una caída, un golpe fuerte y, a veces, un movimiento de torsión (contracción violenta de un músculo). En niños y ancianos los huesos son más frágiles, por eso en estas personas las fracturas suelen ser más frecuentes.

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Estas lesiones pueden poner la vida en peligro solo si van acompañadas de hemorragia arterial o si comprometen el sistema nervioso y, pueden, provocar parálisis, como en las fracturas de la columna vertebral.

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TIPO DE FRACTURA:

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1. Fractura sin desplazamiento (oblicua): el hueso se rompe, pero los fragmentos quedan alineados.

2. Fractura con desplazamiento (conminuta o espiral): los fragmentos óseos se desplazan. 

3. Fractura abierta (hueso al exterior).

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Una fractura puede ser:

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CERRADA: Aquella en la que el hueso se rompe y la piel queda intacta.

ABIERTA: Implica la presencia de una herida abierta y salida del hueso fracturado en el exterior.

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Por ejemplo, cuando un brazo o una pierna se doblan de manera que el hueso perfora la piel. Las fracturas abiertas son las más peligrosas, ya que comportan riesgo de infección y de hemorragia.

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Actuación en caso de fractura en una extremidad

No se ha de trasladar la persona sin haber inmovilizado previamente la fractura, para lo cual se debe de utilizar vendas y férulas. Si no se dispone de esto, se pueden utilizar listones y pañuelos; así se evitarán complicaciones de las fracturas.

Luxaciones

 

Cuando se fuerza una articulación y uno de los huesos sale de su lugar, se produce dolor, deformación y un bloqueo articular. Nunca hay que desbloquear la articulación o forzar para acomodar.

FRACTURA DE COLUMNA VERTEBRAL

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Cuando se rompe una vértebra, hay riesgo que se dañe la medula espinal; si esta llega a romperse se puede provocar una parálisis. Las secuelas son irreversibles.

Hay que mantener la persona inmóvil y trasladarla en ambulancia por prevenir la lesión medular.

Procedimientos para la atención de luxaciones:

 

  1. Si la persona tiene una lesión grave, revise las vías respiratorias, la respiración y la circulación. De ser necesario, comience a dar RCP o control del sangrado.

  2. Mantenga a la persona inmóvil.

  3. Si la piel está rota, tome las medidas para prevenir una infección. No sople sobre la herida. Enjuague el área suavemente con agua limpia para retirar cualquier suciedad visible, pero no frote ni hurgue en ella. Cubra la zona con vendajes estériles antes de inmovilizar la articulación lesionada.

  4. Entablille o coloque un cabestrillo en la articulación lesionada en la posición en la que la encontró.

  5. No mueva la articulación. Igualmente, inmovilice las áreas por encima y por debajo de la parte lesionada.

  6. Revise la circulación de sangre alrededor de la herida, presionando firmemente sobre la piel en la zona afectada. Ésta debe ponerse pálida y recobrar luego el color rosado en un par de segundos después de dejar de presionarla. Para reducir el riesgo de una infección, evite este paso si la piel está rota.

  7. Aplique compresas de hielo para aliviar el dolor y la hinchazón, pero no ponga el hielo directamente sobre la piel. Envuélvalo en una tela limpia.

  8. Remita a un centro de médico

Esguinces

 

Cuando una persona fuerza una articulación en una posición incorrecta se produce un intenso dolor y una inflamación de la articulación debido al estiramiento o torsión de un ligamento. Los ligamentos son fibras fuertes y flexibles que sostienen los huesos.

 

Con base en su gravedad se puede clasificar en:

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  • Grado I (leve) esguince o distensión muscular incluye algunos sobre estiramientos o menor desgarro de número de fibras de un ligamento o músculo. 

  • Grado II (moderada) esguince o distensión muscular es un ligamento o un músculo que está parcialmente roto, pero aún intacta. 

  • Grado III (grave), esguince o tensión significa que el músculo o el ligamento está completamente desgarrado, dando lugar a inestabilidad articular severa.

Procedimientos para la atención de esguinces: 

 

  1. Aplique hielo inmediatamente para reducir la inflamación. Envuelva el hielo en un pedazo de tela y no lo aplique directamente sobre la piel.

  2. Envuelva firmemente un vendaje alrededor de la zona afectada, pero no apretado, para limitar el movimiento. Use una férula (tablilla) si es necesario.

  3. Mantenga elevada la articulación inflamada por encima del nivel del corazón, incluso mientras duerme.

  4. Descanse la articulación afectada por varios días.

  5. Evite poner peso sobre la articulación ya que puede empeorar la lesión. Un cabestrillo para el brazo, o muletas o un aparato ortopédico para la pierna pueden proteger la lesión.

Acuda al médico si:

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  • La inflamación no empieza a desaparecer al cabo de dos días.

  • Presenta síntomas de infección, como piel roja, caliente y con dolor o fiebre por encima 38º C.

  • El dolor no desaparece después de varias semanas

  • Piensa que tiene una fractura.

  • La articulación parece estar fuera de su posición.

  • Tiene una lesión grave o un dolor fuerte.

  • Tiene dificultad para usar la articulación

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