Signos vitales
los signos vitales son: la temperatura de la piel, el pulso, y la respiración (TPR). Usted puede creer que estos no valen la pena porque no va a aplicar ningún medicamento. Sin embargo, los signos vitales le enseñarán en gran parte, la condición de estabilidad del paciente. Estos signos también pueden alertarlo de problemas que requieren atención inmediata. Cuando se toman varias veces, pueden ser buenos indicadores de cambios en la condición del paciente.
Pulso
Cuando tome el pulso de un paciente debe determinar dos factores, la frecuencia y el carácter. En términos de frecuencia, debe determinar el número de latidos por minuto. Esto le dará la información necesaria para decidir si el pulso es normal, rápido, o lento. El carácter toma en cuenta el ritmo y la fuerza del pulso. Usted dirá entonces que es regular o irregular con respecto al ritmo y fuerte o débil con respecto a la fuerza.:
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1. Usar los tres dedos del medio de su mano. Esto le permitirá mantenerse fijo sobre el sitio y juzgar la cantidad de presión necesaria. No use el pulgar, ya tiene su propio pulso y por lo tanto puede estar midiendo éste y no el del paciente.
2. Ponga las yemas de los dedos en el lado palmar de la mano justo sobre el pliegue entre la mano y la muñeca, Deslice sus dedos hacia el lado del dedo gordo (lado lateral). Manteniendo la yema del dedo medio sobre el pliegue, entre la muñeca y la mano se asegura que las otras yemas se encuentran en el lugar deseado.
3. Aplique una presión moderada para sentir el pulso. Si el pulso es débil, va a tener que aplicar más presión. La presión excesiva puede causar problemas del flujo sanguíneo. El mantener los tres dedos en contacto con la mano y la muñeca del paciente le va a permitir corregir la presión que aplica.
4. Una vez que sienta el pulso, determine si es rápido, lento o normal.
5. Cuente el número de pulsaciones en treinta segundos.
6. Mientras cuenta, determine el ritmo y la fuerza.
7. Multiplique su cuenta por dos para determinar el pulso radial expresado como “tantas veces por minuto”, por ejemplo 70 veces por minuto.
Respiración
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Durante la evaluación secundaria deben determinarse la frecuencia y el carácter de la respiración. La frecuencia de clasifica en normal, rápida, o lenta. El carácter incluye el ritmo, profundidad y facilidad.
Una respiración es un ciclo completo, es decir que salga y entre el aire. Mientras cuenta los ciclos, note si el ritmo es regular o irregular. Al mismo tiempo determine si la profundidad es normal, profunda o superficial.
Mientras establece la frecuencia respiratoria, escúchela, por si existen ruidos que normalmente no se oyen durante la respiración. Pregúntese si hay ruidos roncantes, burbujeantes, carraspeantes o con silbidos. Fíjese si la respiración se hace tranquilamente o si por el contrario se ve laboriosa, difícil o dolorosa. Si el paciente está consciente, pregúntele si tiene problemas o dolor al respirar.
Para medir la frecuencia respiratoria y su carácter,usted debe:
1. Permanecer en la misma posición que asumió para medir el pulso. Mantenga sus dedos en la muñeca de su paciente como si todavía estuviera midiendo el pulso. Muchos individuos cuando saben que alguien está observando su respiración, tienden a variar su frecuencia respiratoria.
2. Observe los movimientos del tórax y escuche los sonidos.
3. Cuente el número de respiraciones (una respiración = a una inspiración y una espiración), tomados en 30 segundos. Multiplique el resultado por dos para obtener las respiraciones por minuto.
4. Mientras cuenta las respiraciones, observe el ritmo, la profundidad, el sonido, y la facilidad con que respira.
Temperatura de la Piel
La temperatura de la piel se mide en la frente del paciente a menos que el acceso a esta área no sea práctico. Use la parte posterior de su mano para determinar si la temperatura de la piel está normal, caliente, fresca o fría. Al mismo tiempo, observe si la piel del paciente se encuentra seca, húmeda o pegajosa. Examine la presencia de “piel de gallina” que a menudo se asocia con escalofríos.


